ATISBOS DE MODERNIDAD CIENTÍFICA EN LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA: 2ª PARTE - CÉSAR SOBRADO MAESTRO


CESAR SOBRADO MAESTRO (1876-1935)

 

 

 

 

Natural de Aguilar de Campoo (Palencia), nació el 20 de Noviembre de 1876, siendo hijo de Pedro Sobrado, telegrafista y de Saturnina Maestro, ambos originarios de la comarca de Cervera de Pisuerga.

 

Realizó los estudios universitarios de Farmacia en la Universidad Central de Madrid, licenciándose en Junio de 1898 y doctorándose en la misma en 1902, a la edad de 26 años, obteniendo ambos grados con premio extraordinario. Para el acto de su doctoramiento leyó un discurso titulado Observaciones sobre la estructura de algunos líquenes, publicado en Madrid en 1902. [1] Previamente a su doctoramiento, en Marzo de 1901, el Claustro de aquella facultad le había nombrado ya auxiliar interino, sin retribución económica, para las cátedras de Botánica y Materia Farmacéutica vegetal, Microbiología y Zoología [2], ejerciendo esta primera labor docente durante tres cursos, hasta 1904. Durante sus años como estudiante fue discípulo de los profesores Lázaro Ibiza y del propio Carracido y, en Santiago, sería heredero del profesor Sandalio González Blanco [3].


El año de 1902, obtenido ya el doctorado, oposita a la plaza vacante en la cátedra de Mineralogía y Zoología en las Universidades de Barcelona y Santiago de Compostela, obteniendo la plaza en esta última en 1902, disfrutando un sueldo de 3500 pesetas, que pasan a 6000 en el año 1911, tras sucesivos ascensos de categoría y sueldo. En su nuevo destino llevó a cabo numerosas actividades de excursionismo y coleccionismo de especies vegetales.

 
En 1904 aspiró a la Cátedra de Mineralogía y Zoología de la Universidad Central de Madrid, que no consiguió y más tarde fue comisionado por el Ministerio de Instrucción Pública para llevar a cabo un estudio de la flora canaria y norteafricana, a lo largo de los años 1905-06. Como resultado de aquella investigación pudo elaborar un interesante herbario de la zona que fue incorporado a la Facultad de Farmacia, permaneciendo inédita la Memoria elaborada con los resultados del estudio.
 

 De nuevo en Santiago, en 1908, se hizo cargo de la Jefatura de Farmacia del Hospital Provincial, siendo nombrado un año más tarde Farmacéutico del Hospital Militar de Santiago, (cargo que ocuparía hasta su fallecimiento) y Consejero de Instrucción Pública. En noviembre de 1911 fue nombrado Vicesecretario de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Santiago, figurando como Secretario desde el curso 1918-19, habiéndosele encargado el discurso inaugural del curso 1910-11, que tenía por título La división del trabajo en las colonias animales. En esta conferencia, Sobrado apunta la idea de que las asociaciones en las diferentes especies animales aparecen siempre que cada individuo realiza funciones distintas al resto, progresando únicamente aquellas sociedades donde el trabajo se especializa, mostrándose defensor de la idea de que todos los seres vivos tienden a buscar la asociación con los de su especie y para ello trabajan a lo largo de su existencia. Las colonias (o sociedades) se originan a partir de un solo individuo, constituyendo un ente homogéneo al principio, que va tornándose heterogéneo a medida que sus individuos se van especializando en una actividad concreta que revierte en el bien de la colonia o sociedad, que actúa finalmente como un solo individuo. La solidaridad biológica en sociedades o colonias es consecuencia de la vida social y, a la larga, dará lugar a conflictos sociales a consecuencia de las divisiones laborales.
 


En aquellos años de principios de siglo las condiciones de trabajo en la Facultad eran poco menos que elementales, careciendo de gas, calefacción y luz eléctrica, dadas las dificultades económicas y, sobretodo, físicas que planteaba la modernización de un edificio como el que albergaba la Facultad, del siglo XVI.  Al respecto, son interesantes las declaraciones del Dr. Eleizegui [4], compañero de Sobrado, en la apertura del curso 1906-07 cuando decía que

 

 En el fondo de una clase y en el reducido espacio que allí dejan libre los bancos para los alumnos es en donde alterno con mi querido compañero, el Dr. Sobrado, las prácticas de mi asignatura y, en los mismos meses en que los alumnos de éste realizan ensayos al soplete sobre el carbón, efectúan delicadas preparaciones histológicas, que tanta pulcritud exigen, los discípulos de Materia Farmacéutica Vegetal.

 

Sobrado, junto al profesor Eleizegui, publicó una serie de trabajos de investigación científica entre los años 1909 y 1913 en la sección santiaguesa de la Real Sociedad Española de Historia Natural, así como en la Revista de Farmacia, creada por el propio Eleizegui.  En 1916, a la edad de 40 años, fue nombrado Catedrático de la Facultad de Farmacia de la asignatura de “Mineralogía y Zoología aplicada a la Farmacia”, con el número 220 y escalafón del año 1917 y desde el curso 1922-23 hasta su muerte en 1935 adquirió, por acumulación, la Cátedra de la asignatura de “Botánica descriptiva”.

 

 Tras los sucesivos Planes de estudios, en las primeras décadas de siglo, la carrera de Farmacia quedaba organizada con las siguientes asignaturas:
 

. Técnica Física aplicada a la Farmacia, con sus prácticas.

. Mineralogía y Zoología aplicadas a la Farmacia y Materia Farmacéutica, con sus prácticas.

. Botánica descriptiva, con sus prácticas.

. Química Inorgánica aplicada a la Farmacia, con sus prácticas.

. Materia Farmacéutica Vegetal, con sus prácticas.

. Química Orgánica aplicada a la Farmacia, con sus prácticas.

. Análisis Químico y en particular de Alimentos, Medicamentos y Venenos, con sus prácticas.

. Farmacia Práctica y Legislación relativa a la Farmacia, prácticas de preparación de Medicamentos y despacho de Recetas.

. Higiene.

 

Más tarde, Sobrado colaboró en la formación de la sección compostelana de la Real Sociedad Española de Historia Natural, de la que, entre otros, formaban parte Baltasar Merino y Fermín Bescansa y de la que él mismo formó parte de la Junta directiva y se le puede atribuir a él el inicio del estudio de los hongos superiores en Galicia de los que, como Catedrático, publicó hasta cuatro estudios.
 

Entre 1909 y 1912 publicó en la mencionada Real Sociedad un estudio sobre la flora gallega bajo el título de Datos para la Flora Micológica Gallega, donde aportaba referencias precisas sobre la localización y características de 171 especies vegetales diferentes. Entre los puntos de recogida de hongos cita los bosques de  “Conjo”, “la Duquesa” y “Castiñeiriño”, aparte de algunos más localizados en la Alameda y lugares próximos a Santiago, como en el monte Pedroso. El número de especies recolectadas por Sobrado fue relativamente elevado, contabilizándose en la publicación del Boletín de la Universidad correspondiente al año 1911, más de 60 especies de hongos, algunas de los cuales fueron calificadas por él como “especies nuevas para la flora española”. Varias especies del género Polyporus (P. fragilis, P. amorphus y P. incanus), del género Clitocyde, o del Paxillus, entre otras, no aparecían entonces formando parte de la flora gallega, según apreciaciones del propio Sobrado y algunas otras (Physisporus radula o Nolanea proletaria) ni siquiera aparecías formando parte de la flora española, según refiere en su estudio. A lo largo de los años publicó varias investigaciones científicas y artículos en diferentes revistas, entre otras, la “Revista de Farmacia”, creada en 1913 y con el paso del tiempo y fruto de sus numerosas excursiones por la geografía gallega formó una colección de muestras de hongos que entregó finalmente al Museo de Historia Natural de la Universidad de Santiago, constituyendo la primera micoteca de Galicia, que consta de 88 especies, muchas menos de las que originalmente pudo llegar a tener.

 

En el año 1925 participó en una nueva modalidad formativa, no oficial: los “cursillos ambulantes” que tuvieron lugar en varias ciudades gallegas y, posteriormente, a raíz de las disposiciones del nuevo Plan de Estudios de 1928 pudo desarrollar una “escuela” de Botánica que sería el germen para la creación del futuro Jardín Botánico. Poco tiempo después, en 1930, fue nombrado consejero de Instrucción Pública y, aparte de su labor docente en la Facultad de Farmacia, impartió clase en la academia Pacheco para el curso preparatorio de la Facultad de Ciencias.

 Se le ha definido como profesor competente y laborioso, de espíritu recto, amante de la moralidad y justicia, que falleció en Santiago en 1935.

           DR. MIGUEL ÁLVAREZ SOAJE




[1] En este trabajo estudia los tejidos y estructuras que los conforman y presenta una serie de descripciones de las partes de varios géneros (Rocella, Evernia, Peltigera), así como sus aplicaciones medicinales como tónicos y analépticos, en tratamiento de asma y como febrífugos. Ofrece también los análisis químicos de otras especies de líquenes y sus aplicaciones económicas en el campo de la alimentación (debido a su contenido en fécula), industria (en la obtención de alcohol y colorantes o como sustitutos del lúpulo) o en la recuperación de terrenos erosionados. A la luz de sus investigaciones el Tribunal admitió el trabajo para su ejercicio de doctorado, obteniendo finalmente la calificación de Sobresaliente en Junio de 1898.
[2] Cátedra regentada entonces por el profesor Germán Cerezo.
[3] Director del Jardín Botánico y Catedrático de Botánica descriptiva hasta 1918.
[4] Pensionado también en 1907 por el Ministerio de Instrucción Pública para llevar a cabo estudios en la Universidad de Munich.

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